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La Universidad Técnica Federico Santa María, a través del Instituto Internacional para la Innovación Empresarial (3IE), incubadora de la USM, potencia a cientos de proyectos para fortalecer su salida al mercado.
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El fortalecimiento de la docencia en temas de innovación y emprendimiento, además de contar con una serie de programas para la formación de estudiantes e investigadores, son solo algunas de las estrategias que la Dirección de Innovación y Emprendimiento USM pone en práctica para fomentar el espíritu emprendedor.
Por María José Aragonés G. | Periodista Dirección General de Investigación, Innovación y Emprendimiento.
Tras los anuncios del Presidente Gabriel Boric en torno al aumento del 10% en el gasto público en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación, además de la creación de “Startup Campus”, iniciativa que habilitará un espacio físico de colaboración para potenciar el emprendimiento científico tecnológico haciendo de Chile un país más competitivo, nos queda hacer la pregunta sobre cómo las universidades pueden aprovechar tales iniciativas y ser un aporte para el ecosistema.
La Educación Superior hoy enfrenta grandes desafíos que requieren que las instituciones puedan adaptar su oferta con rapidez formando a profesionales preparados para los desafíos del siglo XXI. No obstante, esta preparación académica exige que las carreras profesionales sean cada vez más acotadas, considerando que en Chile la mayoría de las carreras de pregrado tiene una duración de 5 años en comparación con países de Europa donde su mayoría finaliza en 3 años.
Bajo este escenario, las direcciones o unidades de Innovación y Emprendimiento en las universidades o centros de formación técnica tienen la difícil tarea de permear el curriculum impulsando tales temas sin extender las mallas curriculares. Y no solo eso, sino que a su vez deben promover un entorno propicio para que los otros grupos que conforman la comunidad universitaria, como lo es el cuerpo docente e investigativo, también puedan formar parte de iniciativas para el desarrollo empresas con base científico- tecnológicas (EBCT).
Al menos así lo explica Werner Kristjanpoller, director de Innovación y Emprendimiento USM y actual director del 3IE: “una de las principales ventajas que tenemos es que cuando la USM quiso potenciar el emprendimiento y la innovación hacia estudiantes, funcionarios, profesores e investigadores, la incubadora, financiada por CORFO inicialmente, contaba con muchos años de experiencia y pudimos volcar todo ese know-how a emprendedores de nuestra universidad”.
De esta forma, la USM cuenta con diversos programas que apoyan las diferentes etapas de formación de un emprendimiento, entre ellos, programas como “Semillero”, “Conecta 3” y “Formalización de empresas spin off”, cuya finalidad es fomentar una nueva mentalidad que visualice al emprendimiento como una forma de empleo más allá de las tradicionales.
Docencia focalizada en la innovación y el emprendimiento
En esta línea, es crucial que los docentes puedan promover y cultivar desde el aula las habilidades necesarias para emprender, para ello la USM cuenta con el “Diploma en Estrategias Formativas para la Innovación y el Emprendimiento”, programa que este año realiza su quinta versión. “Tenemos la convicción de que podemos impactar masivamente a los alumnos a través de los docentes, sin cambiar mayormente los currículum. Aquí los profesores y profesoras pueden aplicar nuevas metodologías, nuevos casos, nuevas formas de poder calificar los conocimientos incluyendo herramientas y actividades que también fomentan y cultivan el espíritu emprendedor”, explica Kristjanpoller.
“Muchos de los contenidos del diplomado los he podido trabajar en el aula con estudiantes de Física con muy buena recepción. Creo que integrar elementos de innovación en espacios científicos es muy relevante, ya que es un puntapié inicial para despertar una inquietud y que puedan probar y experimentar”, dice Claudio Catalán, docente del Departamento de Ciencia de la sede de Concepción y participante de este diplomado.
Las incubadoras de negocios pretenden aumentar la viabilidad de las empresas mediante estrategias como asesorías, mentorías y patrocinios; no obstante, la incubación de proyectos está al final del recorrido descrito, ya que es la última instancia para abrir estas ideas al mercado con una preparación que les permita la entrada a programas de financiamiento de diferentes entidades públicas y privadas, y así consolidar su ingreso al mundo empresarial.
Así, el acompañamiento es crucial para instalar las capacidades necesarias para emprender, en el caso del 3IE, esta una de sus principales fortalezas al contar con la Red de Mentores, agrupación conformada por 119 profesionales de diversos ámbitos a disposición para capacitar y asesorar a cada iniciativa de la incubadora y de emprendedores en general del ecosistema. Durante el 2023 este trabajo logró más de 600 horas de asesorías y capacitaciones a los equipos incubados.
Andrés Castillo, gerente del Instituto 3IE, comenta cómo estas estrategias se conectan con el mundo empresarial: “la creación de nuevas empresas, parte del descubrimiento de nuevas oportunidades en el mercado, muchas de ellas provienen de necesidades del sector empresarial, que a su vez requieren de soluciones para abordar sus desafíos de productividad y sostenibilidad. En este sentido, el vínculo del 3IE con el sector productivo, permite generar un puente entre oferta y demanda de nuevas tecnologías, a través de las soluciones desarrolladas por nuestras empresas apoyadas”.