La profesora Berioska Contreras, especialista en ciberseguridad y actual docente del Departamento de Electrónica en el Campus San Joaquín, comenta la importancia de abordar estos temas no solo desde lo jurídico, sino que también generar un ecosistema integral que promueva una cultura de seguridad y privacidad desde etapas tempranas de la educación.
Por María Jose Aragonés G. | Periodista Dirección General de Investigación, Innovación y Emprendimiento
El ranking National Cyber Security Index (NCSI), tiene como objetivo medir el nivel de madurez de ciberseguridad de los países en tres ámbitos de acción: Estratégico (marcos regulatorios, formación de capital humano, investigación y desarrollo, entre otros), Preventivo (protección de datos personales, ciberseguridad de infraestructura crítica, análisis de amenazas y concientización, entre otros) y Responsivo (respuesta a ciberataques, lucha contra el cibercrimen, ciberdefensa militar, etc.)
Actualmente el listado está encabezado por Republica Checa, Canadá, Estonia y Finlandia respectivamente, países que han avanzado ampliamente en marcos regulatorios y con una alta inversión en I+D+i+e que permite contar con ecosistemas fuertes de colaboración entre el Estado, la Academia y la Sociedad.
¿Cómo interpretar la posición actual de Chile en el ranking?
BC: Hay un esfuerzo desde el Congreso de levantar una normativa como la Ley Marco de Ciberseguridad que ha sido una fuerza de tracción muy importante, además de la Ley de Protección de Datos Personales, ambas son las piedras angulares para articular al sector productivo que trabaja con datos y servicios de alta importancia. Lo anterior, moviliza la necesidad de asignar nuevos roles para proteger los datos en las distintas corporaciones y también con distinta profundidad considerando si el servicio es vital o no. Esta visión estratégica ha ayudado a posicionar a Chile en este lugar, desde allí se abren nuevas posibilidades donde hemos podido contribuir.
¿Qué sectores son los que participan activamente de temas relativos a la ciberseguridad?
BC: El sector financiero ha puesto de relieve esta disciplina desde hace mucho tiempo, y es así para todos aquellos que están en constante fiscalización por parte de la Comisión para El Mercado Financiero. Un ejemplo de esto es la Banca y el Retail, que han incorporado nuevas tecnologías a sus procesos para agilizar su respuesta ante ataques y fraudes, incluso empresas extranjeras como VISA o Mastecard, exigen ciertos niveles de calidad y seguridad para operar en ciertos países, estos elementos también han impulsado una cultura de protección. No obstante, creo que también debemos considerar la participación de la ciudadanía donde es importante proteger a la tercera edad, incluso niños y niñas, cada vez más expuestos y vulnerables con el avance de la tecnología. El desarrollo de habilidades tecnológicas, que salen de lo productivo, son igualmente importantes.
¿Cómo visualizas los desafíos de la ciudadanía digital?
BC: En esto creo que la IA tendrá mucho que decir, ya que va de la mano del concepto de ciudades inteligentes, por mencionar alguno. Habrá cambios muy importantes que nos pueden simplificar mucho la vida, sin embargo, tenemos que tomar decisiones que vayan asegurando que la tecnología colabore socialmente con mayor equidad, lo que nos lleva a fortalecer nuestro ecosistema de innovación.
¿Qué prácticas o políticas de los países líderes podrían servir de referencia para Chile/Latinoamérica?
BC: El caso de Finlandia resulta especialmente interesante: cuenta con un ecosistema de innovación y emprendimiento muy sólido, el ejemplo concreto es el evento Slush que convoca fundadores e inversores anualmente en Helsinki donde se generan infinitas oportunidades de vínculo nacional e internacional. Cabe destacar que Finlandia mantiene una fuerte inversión del PIB en temas de I+D, oscilando en el 3% por más de una década, y aspirando a un 4%. Si bien, nuestro país está en vías de desarrollo, es difícil seguir sosteniendo una inversión en I+D centrada en el 0.3% del PIB. Más inversión nos hace falta en Chile para poder fortalecer aspectos relativos a investigación y formación de capital humano avanzado, para tener una postura de seguridad en materia de inteligencia artificial defensiva y ofensiva, e incluso impulsada por la computación cuántica, entre otros tópicos emergentes. Destacando que las acciones en esa dirección no están confinadas en la Academia, sino que también vienen impulsadas desde el área de la Defensa Nacional.