Este trabajo realizado con diversos actores que intervienen en el ciclo de vida textil contribuirá al diseño de una planta piloto de biodegradación de residuos textiles, mediante el uso de microorganismos y propondrá mapa del ciclo de vida textil a nivel regional.
Por María José Aragonés G. | Periodista Dirección General de Investigación, Innovación y Emprendimiento.
Con el objetivo de generar soluciones colaborativas frente al creciente problema de los residuos textiles en la Región de Valparaíso, la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) realizó el workshop “Co-creación de soluciones para los residuos textiles”, iniciativa enmarcada en el proyecto “Diseño de una planta piloto para el tratamiento ecológico de residuos textiles”, financiado por el Fondo Regional para la Productividad y el Desarrollo (FRPD) 2025 del Gobierno Regional.
La actividad se llevó a cabo en el Edifico de Innovación Tecnológica de la universidad en colaboración con el Departamento de Ingeniería en Diseño USM, convocando a representantes del sector público, organizaciones ciudadanas, fundaciones y empresas además de startups del ámbito científico, quienes participaron en una jornada orientada a comprender el sistema actual de producción, uso y descarte textil en la región, tales como: Municipalidades de Casablanca, Villa Alemana y Viña del Mar, Smart Reactor, Sistemold, Gotschlich & Gotschlich Consultores S.A, Huila, Tela Devuelvo, Recicla2, Fundación Textil Circular, Alianza Cero Basura y el Servicio Nacional de Aduanas, entre otras.
Los participantes pudieron formar parte de diferentes mesas de trabajo con el fin de consolidar este mapeo textil definiendo, no sólo el contexto general que atraviesa su quehacer en la gestión de residuos textiles, sino que también, detectando nudos críticos y posibles soluciones para revertir un panorama poco alentador en donde se recicla cerca del 1% de estos desechos.
La directora del proyecto FRPD USM y académica del Departamento de Química, Marcela Carvajal, destacó la importancia de generar instancias colaborativas para enfrentar desafíos ambientales complejos. “Las conclusiones de las mesas de trabajo fueron muy reveladoras. Actores públicos, privados y sociales coincidieron en que el desafío textil en la región requiere con urgencia mejores normativas, más educación y soluciones tecnológicas. Hoy reciclamos menos del 1% de los textiles con vertederos que tienen una vida útil estimada de sólo 12 años a nivel nacional, lo que hace indispensable avanzar en incentivos reales para el reciclaje y la reutilización. También surgieron ideas innovadoras, desde aplicar biotecnología para generar productos con valor agregado. Todo esto será clave para construir un mapeo regional y orientar el desarrollo de la futura planta piloto de biodegradación textil impulsada por el Gobierno Regional de Valparaíso”.
Al respecto, Juan Carlos Briede, director del Departamento de Ingeniería en Diseño USM, recalca que «fue fantástico concretar este encuentro y abrir un espacio de conexión entre la Universidad y los actores locales. Esta sinergia nos permitió identificar oportunidades de mejora que, en el marco del proyecto FRPD tanto de la Universidad como del Departamento, confluyen en soluciones que integran biotecnología, diseño y sostenibilidad como una forma de enfrentar y responder a la crisis textil”.
Planta piloto de biodegradación de residuos textiles
El fenómeno del fast fashion —caracterizado por la producción acelerada y a bajo costo de prendas que se consumen y desechan rápidamente— junto a las campañas desreguladas de recolección de ropa tras los incendios en Valparaíso, la gran cantidad de ropa importada de segunda mano y las prendas falsificadas que son decomisadas por organismos del Estado, son algunos de los factores que ha intensificado la generación de residuos textiles en la región.
En este contexto de riesgo sanitario y ambiental, la investigadora Marcela Carvajal dirige el proyecto de investigación y desarrollo para diseñar una planta piloto para el tratamiento ecológico de residuos. “El prototipo está basado en un diseño de plata piloto para la biodegradación de textiles en su etapa final de ciclo de vida, utilizando una tecnología biológica desarrollada por nuestro equipo, el cual consiste en un consorcio de cepas bacterianas y fúngicas (bioproducto) con alta capacidad de degradación de algodón y PET aisladas de diversas zonas geográficas de Chile, encontrándose adaptadas a condiciones de fluctuación de temperaturas y escasez hídrica”, explica la Dra. Carvajal.
Este bioproducto se espera utilizar en un proceso de degradación de fibras (similar al compostaje para el caso de fibras textiles basadas en algodón), donde se validará su efectividad para degradar textiles con diferentes composiciones de PET y algodón. Se espera que con este prototipo se pueda escalar estas soluciones para abordar mayores cantidades de residuos, promoviendo la reducción de volúmenes en sus disposiciones finales y aumentando la vida útil de los vertederos. En este contexto, alianzas con Smart Reactor SPA, startup chilena dedicada al compostaje utilizando bioreactores que aceleran el proceso, son una parte clave en este proceso: “Nosotros hacemos compostaje, pero también podríamos utilizar el bioproducto desarrollado por la Dra. Carvajal. Con ello esperamos bajar las barreras del ingreso de compostaje industrial como tal y ahorrar tiempo”, explica Nicolás Arrianza, representante de Smart Reactor SPA.
